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sábado, 16 de mayo de 2015

VOTO CATÓLICO (14): Un católico no puede votar a ningún partido parlamentario ... ni a las dos fuerzas emergentes, Podemos y Ciudadanos

Al realizar estas reflexiones en torno al voto católico me doy cuenta de la dificultad que supone el pasar de una a otra y, sobre todo, la dificultad, aún mayor, de saber sobre qué aspecto concreto del tema estoy hablando en cada entrada. Si se quiere acceder al índice de todos los post sobre el voto católico puede pincharse aquíPido disculpas al lector por el inconveniente que esto puede llevar consigo.
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Copio a continuación el siguiente artículo de Eulogio López, director de Hispanidad, sobre el Voto Católico

Eulogio López, director de Hispanidad
Al mismo tiempo, ni los amnésicos pueden olvidar, a estas alturas, que el PP, donde supuestamente vegetan y militan los políticos católicos, es un partido que, no sólo no tiene nada de cristiano, sino que, además, se permite el lujo de burlarse de esos valores no negociables y presume de ello.

Aun así, persisten los pusilánimes que insisten en que los católicos deben votar al Partido Popular. La verdad es que evoca aquello de que la vida es ruin con los ruines y audaz con los audaces. Porque insisto, a estas alturas, empeñarse aún en votar al PP, como mal menor,  empieza a adquirir ribetes de tragicomedia.

Está claro que un católico no puede votar a ninguno de los partidos que hoy ostentan representación parlamentaria ni tampoco a las dos fuerzas emergentes: Podemos, por neocomunistasCiudadanos porque exhibe el mismo laicismo que en su día exhibía su gemeloUnión, Progreso y Democracia (UPyD). Los cristianos que votaron a Rosa Díez son hoy conscientes de su plancha como lo serán los que sean engañados por Albert Rivera. ¿O es que se están engañando a sí mismos?

Ahora bien, EL DRAMA CONTINÚA: si voto a partidos que respetan mis principios siempre perderé. Sea, pero si no votas a esos partidos NUNCA obtendrán representación parlamentaria. Y sí, existen esos partidos. Por ejemplo, el izquierdista SAIN; por ejemplo, el derechista AES; por ejemplo VOX, si dejan de mariposear con algunos conceptos clave (espero que lo hayan hecho tras su alianza con Familia y Vida)  aunque en este punto no estoy tan seguro: que me demuestren que VOX ha cambiado.

Y si no, siempre queda la posibilidad, o el deber, de votar en blanco, que es un voto asaz significativo. Lo que no vale es votar contra la propia conciencia. Pero existe otra cuestión más primaria… y  más primera.

¿Para qué votamos? ¿Para ganar o para cambiar la realidad conforme a nuestros principios? Porque si sólo votamos para ganar, entonces vote usted al PP, al PSOE, a Ciudadanos, o a cualquier caballo ganador. A fin de cuentas, al votar de ese modo se estará comportando con la misma tibieza y la misma incoherencia con la que trabaja Mariano Rajoy o cualquier otro político capaz de vender sus ideas al ritmo del pensamiento groucho-marxista: “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”.


Eulogio López 

NOTA ADICIONAL: 

Sobre esta idea de que un católico no puede votar al PP se puede acceder desde está entrada a varios artículos. Seleccionamos dos: uno de Monseñor Reig Plá, y el otro del padre Santiago Martín. De este último hay un vídeo de unos 7 minutos, muy interesante.