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viernes, 18 de agosto de 2017

El cardenal Burke describe cómo sería la corrección formal que el Papa estaría obligado a responder

(Sólo la primera parte del enlace)

(Edward Pentin/NCRegister/InfoCatólica) El cardenal dijo al periódico The Wanderer el 14 de agosto que tal acto formal de corrección no ha sido invocado desde hace «varios siglos» y hasta ahora nunca ha sido utilizado para cuestiones «de doctrina».

Añadió que el acto sería «bastante simple» e implicaría presentar por un lado la «enseñanza clara de la Iglesia» y por otro «lo que realmente está siendo enseñado por el Romano Pontífice». La enseñanza en cuestión se refiere en particular a doctrinas y temas publicados en la exhortación apostólica del Papa 2016, Amoris laetitia.

«Si hay una contradicción, el Romano Pontífice está llamado a conformar su propia enseñanza en obediencia a Cristo y al Magisterio de la Iglesia», explicó el cardenal, añadiendo que se presentaría una «declaración formal» al Santo Padre a la que estaría «obligado a responder».

El cardenal subrayó que las dubia, cinco preguntas que él y otros tres cardenales (Carlo Caffarra, Walter Brandmüller y Joachim Meisner) emitieron hace casi un año, pretendían dar al Santo Padre la ocasión de aclarar estos aspectos de la enseñanza de la Iglesia.

Las dubia fueron planteadas de una manera «muy respetuosa y no agresiva en modo alguno», dijo, pero como el Papa «ha escogido no responderles», entonces «ahora es necesario simplemente declarar lo que la Iglesia enseña sobre el matrimonio, la familia, los actos que son intrínsecamente malvados, y así sucesivamente».

«Estos son los puntos que no están claros en las enseñanzas actuales del Romano Pontífice. Por lo tanto, esta situación debe ser corregida. La corrección se dirigiría entonces principalmente a esos puntos doctrinales», dijo.

El cardenal, ex prefecto de la Signatura Apostólica, máximo tribunal de la Iglesia, no dio un plazo para la corrección, pero insinuó su urgencia subrayando que la Iglesia «está siendo desgarrada ahora por la confusión y la división» y que su unidad está en juego.

«El Santo Padre debe ser llamado a ejercer su cargo para poner fin a esto», dijo.

En su última entrevista, dijo que encuentra que la situación «sólo ha empeorado» y señaló a grupos de fieles laicos, sacerdotes y obispos que ha conocido que están «prácticamente desesperados» por lo que está sucediendo.

Cualquier corrección fraternal se espera que se realice en primer lugar en la cámara caritatis, es decir, no en público, según el cardenal Brandmüller.

En esta última entrevista con The Wanderer, el cardenal advirtió del peligro del cisma si no se restaura la disciplina doctrinal universal, pero reiteró su firme oposición a que ocurra. «Un cisma nunca puede ser correcto», dijo, añadiendo que lo que está sucediendo es una situación de apostasía que la Santísima Madre advirtió en su Mensaje de Fátima.

«Puede haber apostasía dentro de la Iglesia y esto, de hecho, es lo que está pasando», dijo. «En relación con la apostasía, Nuestra Señora también se refirió al fracaso de los pastores para llevar a la Iglesia a la unidad».

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Esta entrevista, obtenida del diario on-line The Wanderer,  que tuvo lugar el 14 de agosto de 2017, viene estructurada en tres partes. A la segunda, que es la que aparece en esta entrada, se puede acceder pinchando aquí. Dicha noticia puede leerse igualmente, en su original inglés, en Corrispondenza Romana , en National Catholic Register y en Life Site News, entre otras. 

Recordemos, brevemente, lo sucedido con el asunto de las Dubia:

En privado, el 19 de septiembre de 2016, los cuatro cardenales dirigieron al papa Francisco una carta, con cinco preguntas o dubia, al objeto de que las contestase con un Sí o un No. No recibieron ningún tipo de respuesta; de modo que el contenido de esa carta se hizo público el 14 de noviembre de 2016.

De nuevo, también en privado, pidieron una audiencia con el Papa mediante otra carta, fechada el 25 de abril de 2017 y recibida por el Papa el 6 de mayo. Y otra vez volvieron a recibir la callada por respuesta. Francisco no se dio por enterado. Y así, otra vez, el contenido de esta segunda carta se hizo público el 19 de junio de 2017.

Resumiendo, las cinco preguntas que hicieron se reducen a lo siguiente:

(1) Si los adúlteros pueden recibir la Sagrada Comunión. 
(2) Si existen normas morales absolutas que deben ser seguidas "sin excepciones".  
(3) Si el adulterio habitual puede ser una "situación objetiva de grave pecado habitual". 
(4) Si un acto intrínsecamente malo puede convertirse en un acto "subjetivamente" bueno "basado en" circunstancias o intenciones ". 
(5) Si se puede obrar en contra de las conocidas "normas morales absolutas que prohíben actos intrínsecamente malos" basados ​​en la "conciencia"

Ya han pasado dos meses desde el 19 de junio (estamos a 18 de agosto) y lo que estamos presenciando (y esto son hechos) es que [traduzco, a continuación, a mi manera, el resto del contenido de esta entrevista] la exhortación AL ha sido usada por varios obispos y grupos de obispos, como los de Alemania, Malta, Bélgica y Argentina , para emitir directrices pastorales que permiten la comunión a los católicos divorciados civilmente y vueltos a casar (viviendo en adulterio; mientras que los obispos de Canadá y Polonia han emitido declaraciones, basadas en la lectura del mismo documento, en el sentido que la Iglesia siempre ha mantenido [y, en contra, por lo tanto, de las declaraciones de los otros obispos]

El Papa Francisco aún no ha entablado diálogo con los tres cardenales que todavía quedan [pues el cardenal Meisner falleció el 5 de julio]. El cardenal Burke dijo en su entrevista con The Wanderer que el Papa es el "principio de unidad de los obispos y de todos los fieles ... Sin embargo, la Iglesia está siendo desgarrada, en este momento, por la confusión y la división ... El santo Padre debe ser llamado a ejercer su cargo para poner fin a esto", añadió.

Si el Papa continúa en su rechazo a contestar las dubia, "el siguiente paso sería una declaración formal y clara acerca de la enseñanza de la Iglesia en lo que se refiere a esas Dubia", dijo Burke. "Además, debe decirse que estas verdades de Fe no han sido establecidas con claridad por el Romano Pontífice. De manera que ahora, en lugar de hacer las preguntas tal como se hizo en las dubia, la corrección formal consistiría en declarar como verdaderas las respuestas que, con toda claridad, han sido enseñadas siempre por la Iglesia", agregó.

Siguiendo las doctrinas de la Iglesia sobre el matrimonio, la confesión y la Eucaristía, es ampliamente sostenido que los cardenales responderían a las cinco dubia de sí o no de la siguiente manera: [dichas dudas o dubia se pueden leer, con mayor rigor y extensión, haciendo clic aquí


1. Siguiendo las afirmaciones de Amoris Laetitia (nn. 300-305), ¿se puede conceder a una pareja adúltera habitual la absolución y recibir la Sagrada Comunión? NO 
2. Después de la publicación de la Exhortación post-sinodal "Amoris Laetitia" (ver n ° 304), ¿es necesario considerar válida la enseñanza de la encíclica "Veritatis Splendor".79 de San Juan Pablo II basada en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, sobre la existencia de normas morales absolutas que prohíben actos intrínsecamente malos y que son vinculantes sin excepciones?  
3. Después de "Amoris Laetitia" (301), ¿todavía es posible afirmar que el adulterio habitual puede ser una "situación objetiva de grave pecado habitual"?  
4. Después de las afirmaciones de "Amoris Laetitia" (n ° 302) sobre "circunstancias que mitigan la responsabilidad moral", ¿es necesario considerar válida la enseñanza de la encíclica "Veritatis Splendor" de San Juan Pablo II. 81, basada en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, según la cual "las circunstancias o intenciones nunca pueden transformar un acto intrínsecamente malo en virtud de su objeto en un acto subjetivamente bueno o defendible como elección"?  
5. Después de "Amoris Laetitia" (n. 303), ¿es necesario considerar válida la enseñanza de la encíclica "Veritatis Splendor" de San Juan Pablo II. 56, basada en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, que excluye una interpretación creativa del papel de la conciencia y enfatiza que la conciencia nunca puede ser autorizada a legitimar excepciones a normas morales absolutas que prohíben actos intrínsecamente malos en virtud de su objeto?
El cardenal Burke dijo que los fieles católicos que están frustrados con el liderazgo que el Papa Francisco ejerce en la Iglesia no deben albergar ninguna intención de "cisma". "La gente habla de un cisma de hecho [lo cual es cierto]. Estoy absolutamente en contra de cualquier tipo de cisma formal - un cisma nunca puede ser correcto", dijo."Sin embargo, la gente puede vivir en una situación cismática si la enseñanza de Cristo ha sido abandonada. La palabra más adecuada sería la que utilizó la Virgen en su mensaje de Fátima: apostasía. Puede haber apostasía dentro de la Iglesia y, de hecho, es lo que está ocurriendo. En relación con la apostasía, Nuestra Señora también habló del fracaso de los pastores en llevar la Iglesia a la unidad ".